¿Qué es el aislamiento ignífugo?

El aislamiento ignífugo es un conjunto de técnicas y materiales aplicados en elementos estructurales de una edificación para retrasar la propagación del fuego. Su función principal es aumentar la resistencia al fuego de estructuras como vigas, columnas, techos y paredes, evitando su colapso y proporcionando tiempo suficiente para la evacuación y la intervención de los equipos de emergencia.

Beneficios del aislamiento ignífugo

  1. Mayor seguridad: Disminuye el riesgo de colapso de la estructura en caso de incendio.
  2. Protección de bienes y personas: Al limitar la propagación del fuego, se reduce el daño a bienes materiales y se mejora la seguridad de los ocupantes.
  3. Cumplimiento normativo: Su instalación es un requisito en la mayoría de las normativas de seguridad contra incendios.
  4. Mayor durabilidad de la construcción: Protege los elementos estructurales de daños térmicos y prolonga la vida útil de los edificios.

Tipos de aislamiento ignífugo

Existen diversos tipos de materiales utilizados en aislamiento ignífugo, entre los que destacan:

  • Pinturas intumescentes: Se expanden con el calor y crean una barrera aislante.
  • Morteros ignífugos: Aplicados en capas, proporcionan protección térmica a las estructuras.
  • Placas ignífugas: Se utilizan en tabiques y falsos techos para aumentar la resistencia al fuego.
  • Lanas minerales: Materiales altamente resistentes al calor que también aportan aislamiento térmico y acústico.